Y como un enemigo predispuesto a atormentarme cuando no lo necesito, ahí estás. Como se quieren las cosas que no se tienen, y por supuesto que la vida siguió, es claro. ¿Porque habría de detenerse? Si no te tengo, valga la redundancia. Tu amor fue la medida de mi tiempo, estar o no estar contigo fue mi fundamento de hora. ¿Y si te extraño? ya no pertenezco a tu aristocracia favorita ¿donde derramo las gotas de la añoranza?. Te espero, con o sin sentido, con o sin razón te garantizo que te espero. Me asustan los días como hoy, nublados, espesos, tranquilos. Días en los que siento que si volvieras lo dejaría todo por ti una vez más. Es una pena que no fuera parte de tus planes, tú si lo eras de los míos. Es molesto, es molesto quererte, extrañarte, necesitarte y aun más molesto pensarte. Nunca sales de mis pensamientos, ni cuando tengo un millón de cosas en las que pensar. Desde que partiste no logro saciar el enojo conmigo misma, y yo que siempre había pensado que era dura como una roca, cuando te vi por primera vez sentí que me fundía como un puñado de nieve expuesta al calor del sol. No acababas de decir hola, cuando tuviste que decir adiós. Se que tienes un respaldo contigo, y un lugar donde saciar tu amor, confieso que desearía ser yo, pero me conformo con un lazo extremadamente inmenso que nos une por sobre cualquier otra cosa. Y si no es molestia ¿Puedes hacer una ultima cosa por mi?
- Extrañame.
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