Podría decirse que he contenido mi apatía por demasiado tiempo. Abusando quizás por una milésima de segundo de un amargo café. Cualquiera en su sano juicio estaría de acuerdo si planteara la idea de un exceso y una severa dependencia de cafeína que me gobierna a su voluntad. A estas alturas conozco los caminos de la sinrazón, del delirio e incluso de la pasión como vía de realización profunda. Y a pesar de que siempre fui consiente de mi singular mediocridad, conozco también la importancia cósmica del amor más allá de la fugacidad de un encuentro. He estado en una lucha constante con mis letras, llevo mucho tiempo pensando en aquello que hablamos sin pensar. Pero no estaría aplicando el concepto de manera acertada si llamara a mi incapacidad de generar inspiración propia "una lucha constante". Lucha constaste es la sobredosis de espontaneidad que me esta invadiendo, que tan poco racional podría sonar que volqué mi mente en un par de puntos suspensivos. No quiero precipitar la llegada de un sustento que suplante la cafeína en mi. Pero, ¿habré tocado fondo? está bien ... no. Solo estoy haciendo uso de mi espíritu femenino exagerado.¿Y si es que de verdad me he dado contra el subsuelo? Si así se siente, y tengo tan dulce compañía, creo que no es tan malo. Al fin y al cabo solo queda volver a subir a la superficie.
viernes, 21 de junio de 2013
domingo, 16 de junio de 2013
Extrañame
Y como un enemigo predispuesto a atormentarme cuando no lo necesito, ahí estás. Como se quieren las cosas que no se tienen, y por supuesto que la vida siguió, es claro. ¿Porque habría de detenerse? Si no te tengo, valga la redundancia. Tu amor fue la medida de mi tiempo, estar o no estar contigo fue mi fundamento de hora. ¿Y si te extraño? ya no pertenezco a tu aristocracia favorita ¿donde derramo las gotas de la añoranza?. Te espero, con o sin sentido, con o sin razón te garantizo que te espero. Me asustan los días como hoy, nublados, espesos, tranquilos. Días en los que siento que si volvieras lo dejaría todo por ti una vez más. Es una pena que no fuera parte de tus planes, tú si lo eras de los míos. Es molesto, es molesto quererte, extrañarte, necesitarte y aun más molesto pensarte. Nunca sales de mis pensamientos, ni cuando tengo un millón de cosas en las que pensar. Desde que partiste no logro saciar el enojo conmigo misma, y yo que siempre había pensado que era dura como una roca, cuando te vi por primera vez sentí que me fundía como un puñado de nieve expuesta al calor del sol. No acababas de decir hola, cuando tuviste que decir adiós. Se que tienes un respaldo contigo, y un lugar donde saciar tu amor, confieso que desearía ser yo, pero me conformo con un lazo extremadamente inmenso que nos une por sobre cualquier otra cosa. Y si no es molestia ¿Puedes hacer una ultima cosa por mi?
- Extrañame.
- Extrañame.
domingo, 9 de junio de 2013
Éxtasis
Al cabo de un rato no eres más que una sombra que sostiene
mis pensamientos entre los dedos o tal vez unos labios que pronuncian palabras
incoherentes, rotas e inconexas. No sé qué hacer. Quizás por haber sentido
tanto me quedé sin sentidos. Anestesiada. Agoté lo que tenía almacenado.
Digamos que me gasté. Debo admitir que a veces me siento desdichada, nada más
que de no saber qué es lo que estoy echando de menos.
En algún momento mientras me enamoraba de nuestras conversaciones de medianoche, mientras exhalábamos las ansias de un encuentro, interrumpíamos la respiración con un trago de café, enamorada valga la redundancia, enamorada de la presencia infinita de tus palabras. Solo quiero saber que existes, antes de que me dé cuenta que tengo el corazón lleno de nicotina. De verdad ansío saber que existes, aquí tengo todo el tiempo del mundo para pensar en ti que de hecho es lo que suelo hacer cuando no quiero pensar en nada. Me encantaría poder abrir mi mano y soltar lo que hoy no está, lo que ya no sirve, lo que hoy no es para mí, lo que no me pertenece. No quiero retenerte, el reloj no espera a nadie. Prefiero preguntarme si llegará el día en que seamos lo bastante valientes para imitar la conducta del reloj, y ocultar en cada adiós una silenciosa bienvenida.
En algún momento mientras me enamoraba de nuestras conversaciones de medianoche, mientras exhalábamos las ansias de un encuentro, interrumpíamos la respiración con un trago de café, enamorada valga la redundancia, enamorada de la presencia infinita de tus palabras. Solo quiero saber que existes, antes de que me dé cuenta que tengo el corazón lleno de nicotina. De verdad ansío saber que existes, aquí tengo todo el tiempo del mundo para pensar en ti que de hecho es lo que suelo hacer cuando no quiero pensar en nada. Me encantaría poder abrir mi mano y soltar lo que hoy no está, lo que ya no sirve, lo que hoy no es para mí, lo que no me pertenece. No quiero retenerte, el reloj no espera a nadie. Prefiero preguntarme si llegará el día en que seamos lo bastante valientes para imitar la conducta del reloj, y ocultar en cada adiós una silenciosa bienvenida.
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