lunes, 22 de abril de 2013

¿?

Realmente estamos ciegos, somos un par de ciegos que pueden ver pero que no miran. Si pudiese sentir un poco menos que nada sin duda me sacaría la venda de los ojos sin problema alguno. Pero no puedo evitar intentar entenderte y confieso temor a encontrarme con cosas inesperadas que no son bienvenidas. La espontaneidad asusta pero hay que admitir que gusta. Confieso temor a entregarme por completo y volcar mi río en el tuyo. ¿Razón? indefinida. Y porque mi ser lo gobierna la indecisión no puedo alejarme por completo de tu fuente de optimismo oportuno que se mantiene oculta pero aflora sus gotas cuando menos lo espero. No quiero necesitar mas de lo que tengo, nunca pude entender, ni siquiera volver a ese momento en el que decidí tener ambos pies dentro del circulo, espero algún día poder recordar cada instante como es debido para formular una hipótesis coherente de lo que ocasionas. Mientras tanto si no es mucho pedir, déjame conservarte dentro mio que con gusto me haré cargo de volverte literatura, y serás la mentira que mas me gusta. 


sábado, 13 de abril de 2013

Planifiquemos no planificar.


A la par con la memoria van las mejores historias. A la par con la memoria te mantuviste.
Tan sensato y realista como desde un principio, siempre tan punto medio. Siempre conservador, pero tan espontáneo al mismo tiempo. Siempre un ser no definido. A la par con la memoria me pierdo en utopías que yo misma creo, un poco por el exceso de imaginación que me caracteriza, y un poco por concluir algo a lo que nunca le di un punto final y lo que siempre fueron puntos suspensivos. Dicen que el tiempo te da y el tiempo te quita, pero te llevo lejos demasiado pronto. Me hubiese gustado ver como terminaba la historia o mejor aún, me hubiese gustado llegar a saber si pudo haber habido una historia.
¿Será coincidencia que la casualidad nos de todo aquello que nunca se nos hubiera ocurrido pedir?
La casualidad me devolvió tu persona, pero el tiempo no traslado todo igual como se había dejado. Ahora solo resta conservar lo existente y dejar que todo sea lo que siempre fue. Una coincidencia. 


domingo, 7 de abril de 2013

Por un texto sin título.


Por esos ojos que te miran y no te miran al mismo tiempo. Por ese gesto que quiere transmitir pero no transmite. Por esos intentos fracasados que terminaron un su exilio permanente. Por tu sonrisa que nunca tiene referente. Por la serie de utopías que formule mientras te veía, por las que se concebirán y las que no. Por tus manos, por tu boca, por tu razón. Por tu arte, la que conozco y la que no.  Por mi manía de ignorarte y en el mismo instante tenerte en cuenta. Por jugar con mi mente, por evadirme y quererme. Por un brindis a tu espontaneidad y otro a tu rutina. Por amor, por locura. Por mantenerte preso dentro de mis parpados cuando forzó a mi mente encontrarme contigo al menos en un mundo un poco menos ilícito, al menos en mis sueños. Por todo aquello que me recuerda tus hábitos. Por la cantidad de veces que no concluimos acuerdos. Por las cosas nuevas, por los nuevos recuerdos que cargo acuestas. Por tu dulzura y tu simpleza. Por ti, por mi y por un futuro nosotros.